por ralero
Cuando encontraron el cuerpo inerte de la cigarra, al llegar la primavera, estaba entre sus patas las notas y letra de una canción que, cuando la interpretó la Orquesta Sinfónica del Bosque, resultó ser la canción más bella que jamás habían escuchado los moradores del mismo.
En ella la cigarra hablaba de la belleza del bosque, alababa la calidez del sol, la sombra de las nubes, la claridad del cielo; describía también la dulce fragancia de las flores, el olor a hierba mojada después de llover, la benevolencia de los árboles a cuya sombra se acogía para cantar.
En el canto, se expresaba admiración por la gallardía del águila, lo constancia del caracol, la luminosidad de las luciérnagas y, paradójicamente, por la laboriosidad y el trabajo incansable de la hormiga...
El canto fue tomado como el Himno del Bosque y nunca más volvió a morir una cigarra en invierno...
Enviado desde el iPhone de ralero
arquitecto, músico, poeta y loco
