lunes, 25 de septiembre de 2017

EL TERREMOTO (II)

por ralero


Por aquellos días el Señor se había cansado de nuevo de la humanidad: la maldad del hombre seguía siendo grande  y sus pensamientos seguían tendiendo al mal. 

Se volvió a afligir su corazón y dijo: " Ya antes borré de la superficie de la tierra a la humanidad, dejando tan solo a un hombre justo y su familia; Yo soy un Dios de oportunidades, así que buscaré entre los hombres algunos que sean justos y en ellos y sus familias renacerá la humanidad." 

Buscó entre la humanidad hombres y mujeres justos y fueron elegidos sin importar raza, credo,  nacionalidad o profesión, y les dijo: "Por ser justos ante Dios y entre los hombres ustedes han sido elegidos para hacer renacer la humanidad, he aquí que permitiré que la la furia de la naturaleza se desahogue contra el ser humano por todo el daño que éste le ha hecho, pues la humanidad necesita una lección". 

"Pero Señor" dijo el más anciano de todos "ya antes has enviado el Diluvio borrando toda vida de la faz de la tierra, a excepción de Noé  y su familia, y prometiste que no harías llover de nuevo, dejando el arco iris como señal de ese pacto..."

"Veo que además de justo eres sabio y conocedor de la Palabra, pero no estoy hablando de otro Diluvio, sino de un terremoto que recorrerá la Tierra desde África hasta América, pasando por el resto de los continentes y destruyendo todas las edificaciones hechas por el hombre".

Dicho esto les fue entregado los planos y las especificaciones para construir un refugio subterráneo el cual debían construir en 35 días y en el que se resguardarían. El terremoto ocurriría 28 días después de haber terminado la construcción y no saldrían sino hasta siete días después que pasara el temblor. 

Con ahínco se pusieron a trabajar en la construcción del refugio sin dejar por ello de tratar de convencer a los demás que se arrepintieran y volvieran al Señor. Pero todos se mofaban de ellos pues era sabido que era imposible predecir un temblor, antes bien agregaban a sus burlas consignas como "menos iglesias, más hospitales", "menos agua bendita, más agua potable", "menos hostias, más pan", "menos religión, más educación"... 

Transcurrieron los 35 días y el refugio quedó terminado (seguramente no participó ningún arquitecto o ingeniero ni, obviamente, el gobierno) y mientras llegaba el día 28 almacenaron en el refugio alimentos y se prepararon para el terremoto. 

Sesenta y dos días después de haber iniciado el refugio se introdujeron en él los elegidos y cerraron la compuerta superior. Se había congregado mucha gente alrededor quienes no dejaron de gritarle burlas e insultos. Al momento de cerrar la puerta las voces quedaron ensordecidas escuchándose como si estuvieran lejanas. 

Al día siguiente, antes de la salida del sol, todo estaba en calma. Las personas que salían temprano a trabajar al pasar por el refugio les gritaban groserías y se burlaban... incluso había gente que había pernoctado en los alrededores esperando el nuevo día para burlarse de aquellos hombres y mujeres del refugio. 

Entonces, empezó a salir el sol y mientras se levantaba por detrás de las montañas inició un leve murmullo y la tierra y las piedras sueltas del piso empezaron a vibrar... entonces se desató la furia de las entrañas de la tierra y ésta empezó a temblar, las sirenas empezaron a sonar, la gente corría de un lado a otro asustada, gritando "Dios mio, Dios mio...", los habitantes salieron de los edificios, de sus casas, de sus autos... algunos empezaron a golpear la compuerta pidiendo les abrieran para salvarse... empezaron a caer las edificaciones los edificios sobre las casas, sobre la calle, sobre los autos, sobre las personas... 

En el interior del refugio empezaron a rezar por toda la gente que se quedó al exterior, los muros se movían un poco, el piso vibraba, pero la edificación no surgió ninguna fisura; el ruido y las voces sordas del exterior que se escuchaban empezaron a apagarse lentamente, el refugio dejó de moverse y la tierra de temblar... Nadie tomó nota de cuanto tiempo duró el terremoto. 

Pasó un día, los celulares se quedaban sin pila. Aunque habían provisto al refugio de energía eléctrica, el suministro de ésta fue interrumpido por la fuerza del temblor. Pasaron tres días, los alimentos congelados y refrigerados comenzaron a echarse a perder, pero tenían algunos no perecederos y suficiente agua. Pasaron tres días más. 

Al séptimo día, con la esperanza a flor de piel se prepararon para abrir la compuerta. Quitaron los cerrojos y picaportes y la empujaron hacia afuera... Nada... No se movía... 

Acercaron entonces algunos muebles y cajas para usarlos de apoyo y empujaron con unos polines de madera que habían quedado dentro como parte de la cimbra y del apuntalamiento... La compuerta no se movía... El nerviosismo empezó a apoderarse de algunos de ellos... algunas mujeres empezaron a llorar...

Pasaron tres días y la compuerta no se había movido ni un centímetro, ya no tenían más alimento que algunos dulces y muy poca agua... La esperanza empezaba a desaparecer de sus rostros...

Entonces, escucharon un ladrido y golpes sobre las piedras que cubrían la compuerta. Los ladridos se repitieron y escucharon voces: "¿Hay alguien allí..?" y golpearon tres veces la losa... 

"¡Sí, aquí estamos...¡",  "¡ayúdenos a salir...!", "¡auxilio..¡" gritaron en el interior devolviendo los golpes.

"¡Traten de hacerse un lado...!" dijo la voz del exterior "voy a usar el martillo...!"

Se apartaron hacia los muros del refugio y en seguida se empezó a escuchar el fuerte sonido del golpear del acero de un martillo neumático contra el concreto... 

Por fin la losa cedió y lograron abrir un hueco suficientemente grande para asomarse...

La gente del refugio estaba sorprendida, asombrada... pero jubilosa, feliz de encontrar alguien vivo del exterior y que pudiera rescatarlos...

"Pero, ¿cómo es posible?" dijo el anciano que para entonces lideraba el grupo de los elegidos "¿quién es usted...?" preguntó desconcertado a su salvador.

"¿Yo...?" empezó a decir el hombre del exterior "¡Soy un Topo, soy Mexicano...!!!"






Con el debido respeto y con el reconocimiento para todos los héroes mexicanos de hoy
Monterrey, N.L. a los 7 días del 19 de septiembre de 2017

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