EL VOTO DECISIVO

por ralero

La jornada electoral había sido increíble: para las 4 pm todas las casillas del país excepto una habían terminado, tenían todas sus boletas cruzadas en las urnas, realizado el conteo, levantadas las actas, cerradas las casillas y enviados los paquetes a la Comisión Federal Electoral correspondiente.

Dos horas después y antes de lo previsto, el PREP informó su conteo rápido: las elecciones quedaron empatadas en los tres candidatos punteros de las encuestas y los resultados arrojaron que el 99.9999987% de los electores habían ejercido su voto, para ser más exactos… ¡solamente faltaba una persona por votar…!!! 

Rápidamente IFE, partidos y simpatizantes se dieron a la tarea de localizar al elector faltante:

Estado: 13

                          Municipio: 067
                          Sección 1337
                          Nombre: Juan Pérez Martínez
                          Domicilio: (se omite su dirección por razones de seguridad)
                          Folio: 236980816
                          No. OCR al reverso: 133786675209

En menos que canta un gallo, vía celular, los representantes de los diferentes partidos así como observadores ciudadanos y funcionarios electorales se comunicaron al estado de Hidalgo con sus oficinas respectivas para que localizaran al ciudadano que aún no acudía a votar.

Los candidatos presidenciales se trasladaron al aeropuerto para tomar sendos helicópteros o avionetas, según los recursos del partido y sus simpatizantes… para dirigirse hacia la casilla faltante.

El gobernador del estado Olvera Ruiz, del PRI, voló en helicóptero hacia el municipio de Tianguistengo para localizar a Juan Pérez; mientras que el senador José Guadarrama del PRD abordó una avioneta para fumigación para poder aterrizar en algún campo cercano; del PAN, Gustavo Madero Muñoz, presidente del partido, logró comunicarse por celular mediante llamadas enlazadas con el representante del partido en la mismísima casilla…

“La casilla está ubicada en Atecoxco, municipio de Tianguistengo” le informaron al gobernador del estado; “al norte de Pachuca por la 105 hasta Molango, luego al oriente” le dijeron al senador Guadarrama; “sí señor” contestaba el representante del PAN en la casilla “aquí estamos todavía, hasta que sea la hora de cerrar… sí, señor, solo falta una persona de votar, pero no ha venido… sí, señor, la casilla está en la Galera Pública, frente a la tienda de Diconsa…”

Para cuando llegaron los candidatos las grandes televisoras ya estaban en Atecoxco instalando sus unidades móviles y sus antenas de micro ondas:

“Nos encontramos en Atecoxco, población del municipio de Tianguistengo en el estado de Hidalgo en la búsqueda de Juan Pérez, el último mexicano del padrón electoral que falta de votar…” decía Joaquín López Dóriga, de Televisa, a quien se le veía el pulgar derecho de morado por la manera en que tomaba el micrófono.

“A 880 m sobre el nivel del mar y enclavado en la sierra alta hidalguense se sitúa el pueblo de Atecoxco en donde se encuentra la última casilla que falta por cerrar en esta jornada de elecciones…” comentaba unos metros más adelante Ciro Gómez Leyva frente a las cámaras de Milenio.

“Con una población de 478 habitantes de los cuales 280 son adultos y de éstos solamente 166 están inscritos en el padrón electoral, Atecoxco es el único lugar del país en donde aún no se han terminado las elecciones ya que falta solamente un ciudadano por votar…” narraba Javier Alatorre, de Televisión Azteca, tomando el micrófono con su mano izquierda y alzando su pulgar derecho de morado.

“En Atecoxco, población de no más de 125 viviendas ubicado en la parte sur del municipio hidalguense de Tianguistengo nos encontramos esperando la acción a tomar por parte del IFE ya que en el resto de las casillas del país se ha terminado de votar dando por resultado un empate entre los tres candidatos punteros de esta elección…” explicaba Pedro Ferriz de Con trasmitiendo en vivo desde el lugar tratando de poner a México en la misma sintonía.

Cerca de las 7 de la noche llegó al pueblo el Dr. Leonardo Valdez Zurita, consejero presidente del Consejo General del Instituto Federal Electoral, pero de Juan Pérez ni sus luces. Ante las presencia de los representantes de los partidos, el consejero presidente solicitó a la ciudadana secretaria de la casilla la dirección de Juan Pérez, para buscarlo y preguntarle si iba a votar o no, para dar por terminada la jornada electoral.

“Juan Pérez Martínez” dijo Doña Chole “Edad: 48 años” leía mientras se acomodaba los lentes “Sexo: H” continuó leyendo “Domicilio: …” Todos guardaron silencio, candidatos, consejero y reporteros aguzaron el oído y empezaron a tomar sus cosas para encaminarse a la casa de Juan Pérez…

“Domicilio: Conocido…” Terminó diciendo la señora. Entre gritos de asombro, de frustración, algunas risas y exhalaciones de desencanto se alzó el alboroto hasta que Doña Chole gritó: “Yo lo conozco, es mi compadre…” se hizo un silencio absoluto y todos voltearon a mirarla, ella levantando su mano derecha con el índice hacia el frente dijo: “Vive aquí a la vuelta…”

Todos salieron a las carreras de la Galera Pública donde estaba instalada la casilla, tomaron la calle principal hacia el norte y en la primera calle de terracería doblaron hacia la derecha deteniéndose la marabunta frente a la tercera vivienda en la acera sur, compuesta por dos habitaciones de madera con piso de tierra.

Afuera de ésta se encontraba una mujer, echando agua a la banqueta de tierra para que no levantara tanto polvo y refrescara un poco el zaguán que en este caluroso domingo estaba a su capacidad máxima, pues sus familiares habían llegado a visitarla aprovechando la vuelta a la única casilla en kilómetros a la redonda.

“Buenas tardes, señora” le dijo el consejero presidente.

“Buenas las tenga, señor, dígame” saludó Candelaria, esposa de Juan Pérez

“¿Se encuentra el Sr. Juan Pérez?” preguntó funcionario del IFE procurando no mostrar impaciencia.

“Sí, señor” contestó la mujer “está acostado todavía, anoche llegó de chambear de Huejutla de Reyes pero se emborrachó y aún está dormido…”.

“¿Podría preguntarle usted si es que va a votar?” dijo el consejero “Es el único que falta de hacerlo y ya queremos cerrar la elección.”

“Sí cómo no” dijo la mujer y enseguida gritó: “¡Juanito, Juanitooo…!!!”

“Mande mamá” contestó un moreno chiquillo que salió del primer cuarto.

“Dile a tu papá que ya se levante para que vaya a votar...” le indicó Candelaria.

El niño desapareció por el vano de la puerta del primer cuarto presto a obedecer la orden de su madre.

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“Papá, dice mamá que te levantes para ir a votar…”

“¡Papá…! ¡Te habla mamá, que te levantes para ir a votar…!”

“Ya hijo, ya desperté deja de gritar…” le dije a mi hijo mientras me incorporaba y me sentaba recargándome en la cabecera de la cama. Voltee al buró de mi derecha para ver la hora en el despertador: las 10 de la mañana pasadas y quien sabe desde qué hora se habrán levantado los niños ahora que están de vacaciones, pensé mientras encendía la TV para ver cómo había amanecido la Sultana del Norte…

“Hola, mi amor, ¿listo para ir a votar?” me preguntó mi adorada esposa al punto que entraba a la recámara con el almuerzo listo.

“Pues nada mas desayunamos, un baño y nos vamos” le contesté “para desocuparnos temprano de este rollo, digo, para cumplir con nuestras obligaciones cívicas…”

“Payaso” me dijo ella mientras me servía mi plato, me pasaba una bebida y preguntaba “¿cómo dormiste?”

“Bien” le dije “soñé con las elecciones” sorbo al refresco “que todo México votaba y que se terminaba temprano…”

“¿Ah, si?” dijo ella mientras se acomodaba en su lugar “y, ¿Quién ganaba las elecciones?” preguntó volteando hacia mí.

“Las ganó…” le empecé a decir mientras me acercaba a ella “el que recibió más votos” y le di un besito mañanero…

FIN