miércoles, 31 de diciembre de 2014

UN AÑO...¿NUEVO?

por ralero


 A veces pienso (en las menos de las veces, claro) en la cuestión ésta de los seres humanos y su afán de medir todo. ¿Es acaso una manera de tener control sobre lo que nos rodea?

El sistema que se ha creado sobre la medición del concepto del tiempo está diseñado para enfatizar pequeños ciclos, dentro de ciclos más grandes y éstos dentro de ciclos mayores. Segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años, lustros, décadas, centurias, eras (ésta última con el alboroto propiciado con el descubrimiento de la estela maya sobre el 13 baktún y el fin del mundo en el 2012) han sido creados para ubicar las acciones pasadas del hombre con respecto al presente, y para programar las acciones futuras que habrá de ejecutar con respecto a este mismo presente.

La medición del tiempo no es más que una escala de referencia. Como tal, depende del punto de vista del observador. En el calendario Gregoriano, de uso más común en el mundo estamos por terminar el 2014, en el calendario hebreo va por el año 5,775; en el budista deben estar por el 2,557; los calendarios chino y japonés se guían por ciclos de 12 años cada uno, y esta basado en el movimiento lunar.

Para todos los casos, el ser humano marca fechas significativas que recuerdan o celebran un acontecimiento histórico, ya sea de carácter personal, local, nacional o mundial. Y esto se repite cada año.

A veces pienso que uno de los problemas del hombre es que su memoria histórica está anclada a este sistema de calendarización lo cual le impide tomar conciencia del presente. 

Cada año hay que celebrar nacimientos,  recordar muertes, expiar pecados, conmemorar batallas, honrar héroes, etc. Cada año hay que revisar lo andado y formularse “nuevos” propósitos…

Cuando se vive el presente, cuando se toma conciencia del presente, no hay pasado ni futuro. Solo existe el aquí y el ahora.

“La eternidad es el aquí y el ahora” (ralero/120209).

Solo quien vive en el presente vive en el amor. Todos los sentimientos diferentes y/o contrarios nos hacen “vivir” en el pasado o en el futuro (el odio, el rencor, el dolor, la envidia o la codicia, surgen cuando estamos reviviendo experiencias pasadas o nos preocupamos por el futuro)

Así que, mi deseo para este nuevo año en este Tercer Planeta, es que vivamos el presente y, por lo tanto, vivamos el amor.

FELIZ AÑO 2015
(de la Era Cristiana, para todos quienes se rigen por el Calendario Gregoriano)

FELICES PRÓXIMOS 365 DÍAS
(para quienes viven basados en algún otro calendario)

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