sábado, 31 de agosto de 2013

LAS IDEAS MUERTAS

por ralero



Han quedado en el pasado reciente aquellos buenos fantasmas que se aglomeraban en mi mente, provocadores de benditas mentiras que no dejaban dormir a mi cerebro. Tal vez soy menos listo de lo que pensaba y, por lo tanto, hijo de la imitación que es la media hermana de la imaginación.

 
O quizá la imaginación, madre de todos los listos, era una madrastra bajo cuya sombra me cobijé y que ha huido a la menor provocación de realidad.
 
Una realidad sin imaginación es una realidad muerta.
 
Esta realidad es la que aqueja al ciudadano más común que corriente, que es presa de su historia personal y familiar. Sitiado por la carestía de la vida, por la situación económica (producida o permitida por las autoridades) el ciudadano se ve forzado a enfrentar su realidad cada día con mayor fuerza que va sacando de su interior. Ese acopio de fuerza va llenando el alma de cada ser, obligando a éste a que dedique más espacio para almacenarla, mermando el espacio dedicado a la imaginación, elemento necesario para enfrentar la realidad de cada día y fiestas de guardar.
 
La fuerza y la imaginación dan por resultado la creatividad, la fuerza sin imaginación desemboca en la ira.
 
Por ello la importancia de que toda sociedad fomente la producción de espacios de vivienda, estudio, trabajo y recreación que satisfagan las necesidades elementales de sus usuarios de manera que cada persona dedique el tiempo necesario y real para cumplir sus funciones y tenga tiempo para la recreación de sí mismo, ya sea colectiva, familiar o individualmente.
 
Ese tiempo de recreación es el tiempo en el que recreamos el alma, el tiempo en el que recreamos el espíritu, el tiempo en el que nos re-creamos nosotros mismos: el tiempo en que nos volvemos a crear. De manera que posteriormente podamos tomar la fuerza vital que vamos almacenando con una mente descansada (re-creada) para producir nuevas ideas o nuevas soluciones en nuestros ámbitos cotidianos: algún proceso nuevo o mejor en el trabajo, un platillo original para la comida o la merienda, un cuadro, un poema, una canción…
 
Hay quienes se recrean viendo el televisor, quienes leyendo, meditando, haciendo ejercicio, escribiendo o pintando. Lo importante es que cada uno se regale el tiempo y el espacio necesario para recrearse, que cada quien otorgue a sus familias el lugar y los recursos para que cada miembro se recree.
 
Si no nos damos el tiempo para recrearnos, no nos daremos la oportunidad para que florezcan las ideas y entonces solo tendremos ideas muertas.
 
Las ideas muertas únicamente pueden producir sociedades muertas…

No hay comentarios:

Publicar un comentario